domingo, 27 de enero de 2019

Ciencia Ficción de calidad. China potencia emergente

Hace ya tiempo que tenemos el cuerpo hecho, los occidentales en general y los europeos muy en concreto, a que China será uno de los grandes protagonistas del mundo de este siglo. Si no el primero.  Pero no quiero comentar hoy su papel económico, militar o social sino que deseo centrarme en un aspecto de tipo cultural, en concreto de la literatura de Ciencia Ficción. Desde mi juventud he sido un insaciable lector de Ciencia Ficción y he consumido grandes cantidades de libros y relatos de dicho género literario porque la CF es sin duda eso, un género literario con historia, trayectoria y características propias. Siempre comento que cuando uno lee mucha CF se traga mucha mierda, perdón por la brusca expresión, pero también que accede a obras literarias magistrales. En el caso de Planetas Invisibles estamos sin duda ante una compilación de magistrales relatos de CF.
Es de sobra sabido que la Ciencia Ficción nació en inglés, salvo precedentes que podríamos tildar de primitivos en otras varias lenguas, y que muchos de los grandes maestros, Philip K. Dick por ejemplo, y maestras, Ursula K. Le Guin serviría de paradigma de mujer escritora de CF, tienen su procedencia en ese ámbito lingüístico. Pero a estas alturas de la historia todos sabemos que ya la CF se ha transformado en una literatura de ámbito y ambiciones universales. Y no es de ahora, aun lloro de vez en cuando recordando una perdida antología de CF rusa del período soviético de la que nunca más tuve noticias, Bruguera creo que era su editora, o por qué no hablar de los muy buenos y apasionantes escritores españoles de CF.
La antología que hoy traigo a este blog es una manera impecable y certera de acercarse a la CF que se está escribiendo en el gigante asiático, perdón por el tópico, en los últimos años. Item más cuando el acceso a sus textos en español es tarea más que complicada. El editor es Ken Liu un norteamericano de origen chino que es a la par autor y traductor al inglés  de sus colegas. La selección me parece impecable desde la calidad de todos y cada uno de los relatos, no puedo opinar desde el punto de vista de la representatividad ya que desconozco la realidad del sector en ese país. Es un placer para el aficionado la lectura de todos y cada uno de los relatos. Si hubiera de elegir alguno me centraría en tres de los cuentos. Primero en dos de Sao Jingfang, el titulado Entre los pliegues de Pekin, una distopía canónica con tintes de reflexión sociológica que produce escalofríos y, el segundo de ellos Planetas invisibles, que da título a la antología, donde no es difícil adivinar la influencia de Italo Calvino. A quienes gusten de lo inquietante, de la incertidumbre angustiosa de lo que puede dar de sí la manipulación genética recomiendo El año de la rata firmado por Chen Qiufan y donde igualmente encontramos avisos sobre las sociedades cerradas y escasas de libertad.
Con la excepción de Cixin Liu, considerado ya un maestro y el de edad más avanzada, los restantes autores se corresponden con una generación nueva y emergente, autores que han nacido y crecido en la nueva China de los dos sistemas, capitalista y comunista a la par. Los temas tratados no los diferencian mucho de los que manejan sus colegas occidentales como son la globalización, la libertad y la justicia social, las luces y sombras de la ciencia y la tecnología o el deterioro del medio ambiente.
La antología se cierra con tres ensayos breves que de igual manera nos ayudan a acercarnos a este mundo aun por descubrir para nosotros que es la CF de China. Todo un descubrimiento y la certeza de que no estamos tan alejados mentalmente de Oriente como a veces suponemos. 
En unos días prometo comentar la trilogía de Los tres cuerpos de Cixin Liu, primera gran obra de CF china a la que me acerco, ando literalmente por la mitad de la trilogía o sea por el medio de segundo volumen. Mientras, aconsejo Planetas invisibles.