miércoles, 6 de agosto de 2014

Mierda y Cultura

Así, de entrada, unir en una misma frase las palabras mierda y cultura puede que parezca extraño, incongruente e incluso inadecuado, pero pasa y más a menudo de lo que creemos o queremos creer. Siempre recordaré esas primeras exposiciones que montábamos en el Palacio de la Diputación de Cádiz, tenemos un palacio nada menos, y que como jóvenes gestores tratábamos de que sus contenidos fueran vanguardistas, modernos, innovadores o cualquier cosa menos tradicionales. Nada de acuarelas ni paisajes, estábamos en el empeño de modernizar nuestra provincia y nuestra ciudad. Una vez, en los previos a la inauguración de una Aduana, como se llamaba nuestra convocatoria de artes plásticas de vanguardia, un funcionario perteneciente a los cuerpos subalternos me espetó sin dar tiempo a reacción alguna un rotundo "¡Vaya mierda de exposición habéis montado los de cultura!". Así, sin anestesia. Y me consta que era una opinión general entre los funcionarios de la casa, los que pasaban cada mañana entre las obras camino de la cafetería o el WC. Menos mal que éramos inasequibles al desaliento y que de aquella la calidad de los diputados y diputadas de cultura estaban en un nivel, que a estas alturas de la vida y la democracia, me parece ya inalcanzable. Es sólo un ejemplo y he vivido más a lo largo de mi carrera profesional. 
Sin embargo hemos de reconocer que también los artistas, en clave de provocación o de ruptura, a veces han buscado la mierda. No soy experto en arte contemporáneo pero al menos conozco el caso de Piero Manzoni, el artista italiano que vendía latas en las que decía estaban almacenados treinta gramos de su propia mierda. Lo curioso del caso es que las vendía al mismo precio que treinta gramos de oro, y se las quitaban de las manos. Dicen, comentan, afirman entre admiración y envidia, que aun hay quien tiene latas de esas almacenadas en cámaras de seguridad bancarias y que su cotización no ha parado nunca de subir. Hablamos de una obra de 1961, seguro que después han pasado cosas peores, es un decir. Como vemos mierda y cultura no son excluyentes ni contrarias, es más si les tuviera que resumir en una frase mi actual trabajo por ahí irían las cosas. Cosas de la vida. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario